En agosto, el volumen de correos electrónicos no deseados llegaba a 200 millones por día, y en diciembre esa cifra disminuyó a 50 millones.

Según algunos especialistas, esta reducción puede deberse a que aquellos que envían esta clase de correos están recurriendo a otros métodos o canales para difundir sus mensajes, como las redes sociales.